Valsotillo
LA BODEGA
Como un celoso centinela guardando las tierras altas de la Ribera de Duero burgalesa, se encuentra enclavada esta especial bodega, pionera en la concepción y desarrollo la Denominación de Origen Ribera del Duero. Una veterana en todo y su veteranía es objeto de profundo respeto. Cuando el coche, tras subir por una agradable campiña de viñas y monte bajo, acede al pueblo de Valsotillo, uno ejecuta un gesto de evidente aprobación. Tras girar dejando la espectacular iglesia de Santa Águeda en el lado contrario y culebrear dejando atrás una increíble fuente herreriana, se alcanzar la inconfundible torre que encarama los dominios de la bodega. Allí te recibe siempre alguno de los componentes de la familia: D. Ismael, el patriarca; Miguel Angel, Marisa, Ramón. Un placer. Castellanos recios, sí, pero gente hospitalaria y profundamente conocedora del mundo del vino. Son descendientes de una profunda saga que supieron sacar lo mejor de estas tierras y son, por ello, objeto de profundo respeto. Así pues, cuando bajas con ellos a la profundidad de sus calados, mascullas: – ¡Rediós! – “Del siglo XVI. Algunos mas recientes pero también parece que puedan remontarse otros a mayor antig ñ¼edad. Todavía quedan por descubrir en la profundidad de este monte” – Te dicen con la mayor sencillez. – ¿Y cuantos metros tiene esto? – “Varios cientos; en total, en la montaña, quizás un par de kilómetros”
QUÉ DESTACAMOS: EN ESTA BODEGA NO SE NOS SUSCITAN DUDAS; TODA ELLA ES ATRACTIVA, MAGNÍFICA. PERO, POR SUPUESTO: SUS CALADOS. SUS ENVOLVENTES, MISTERIOSOS, PROFUNDOS, CALADOS
– ¡Rediós!- Vuelves a mascullar mientras en la penumbra horadada por algunas bombillas vas observando apiladas las barricas bordelesas, también varios cientos, que se alinean cual cuento de pulgarcito marcándote la senda. “Nuestros antepasados sabían lo que se hacían, apenas oscilan los once grados de media y una humedad perfecta para la crianza y conservación de los vinos”. Es un paseo al tiempo, a la historia, al conocimiento, al silencio, al respeto. Es un paseo que cualquier amante del vino debe hacer. Cual particular Meca o Camino de Santiago, esta es también una ruta inciática con aporte de conocimientos profundos, sagrados. Cuando de allí finalmente sales, esa es la impresión que tienes. Y para consolidarla tus anfitriones te ofrecerán sus vinos con algo de queso de la tierra y por tercera vez como San pedro en sus negaciones repetirás: ¡Rediós! No queda más que, concluyendo el rito, subir a la torre, contemplar los magníficos campos y, estrechando la mano de quien te ha guiado espetarle: “no salgo de aquí sin tus vinos”.
GUÍA DE SERVICIOS
Enoturismo
Es clara y decidida la vocación de esta bodega por el enoturismo. Todos a una, los miembros de esta emprendedora familia están siempre dispuestos a mostrarte con sincero orgullo sus estancias y los secretos de la elaboración de sus vinos. De lunes a sábados, eso sí, las visitas deben ser previamente concertadas y debe haber un grupo mínimo de personas. Con la visita se ofrece la degustación de su vino Valsotillo crianza.
SUS VINOS
Como la bodega misma, los vinos son esencia precursora de de La Ribera de Duero. Son de las pocas bodegas que aún producen toda la escalera de opciones de vinificación: desde el tinto joven de Mesoneros de Castilla, afrutado y con caracter; El Mesoneros de Castilla Roble, con su peculiar punta de madera; El Valsotillo Crianza, intenso, equilibrado y sabroso; El Valsotillo Reserva, potente y elegante; y el Valsotillo Gran Reserva, robusto pero muy equilibrado y una variante de producción practicamente desaparecida en La Ribera de Duero.
BODEGAS VALSOTILLO
Los Lagares, 71. 09441 – Sotillo de la Ribera (Burgos)
Tlf.: 34 947 532309 // e-mail: bodega@valsotillo.com